Las fronteras
Quizás el haber viajado en autocaravana a tres continentes, nos ha hecho adquirir una cierta experiencia en este tipo de trámites.
Las hay extremadamente sencillas, por ejemplo la de Bosnia i Herzegovina, en la que no tienes que bajar y únicamente hay que enseñar a través de la ventanilla la Carta Verde del seguro. Nada más. No hay que pagar nada ni rellenar ningún papel.
La que se lleva la palma, con mucho, en cuanto a trámites y dinero a pagar, es la de Siria. Baste decir que fueron unas 5 horas de trámites de los que no hablamos ahora porque eso merece una atención aparte y en la que acabamos pagando unos 210 € más o menos, creo recordar. Entre otras cosas pagamos: Un seguro de frontera (el nuestro no es válido allí), una tasa diesel. No sé qué es exactamente pero ellos le daban mucha importancia. El “carné de passage” para el vehículo. Es un documento para la importación temporal del mismo. Sin ese documento y sin el vehículo no se puede salir del país. Finalmente tasa por la entrada del vehículo y tasa por cada pasajero. Total, un pico.
Eso sí, cada uno de los abonos que hacíamos, con su recibo correspondiente. Puedo afirmar con rotundidad que no pagamos ni un solo euro que no nos justificaran. Es decir, que de sobornos y otras cosas raras, nada de nada.
Por cierto, a la vuelta, al entrar en Turquía desde Siria, me dirijo con la documentación a una cabina. Un policía atiende a mis trámites mientras otro, desde dentro, me dice que me agache un poco. Veo que tiene colocado dentro de la cabina un trípode con una cámara de fotos. Me hace una. Luego me dice que vaya a buscar al resto de pasajeros. Les digo que miren al pajarito y sonrían. Nos hicieron una foto a cada uno. Aún sigo pensado para qué.
Creo que en todas las fronteras que hemos pasado, únicamente me han sacado 2 € por la cara, pero me hizo tanta gracia que no repliqué y me fui con una sonrisa. Fue a la salida de Albania, antes de entrar en Montenegro. En la última cabina, paro a su altura y un funcionario me dice: “Two euros, tasa exit” Le digo ¿Cómo!!!? Asiente con la cabeza y me repite la frase. Le entrego una moneda de dos euros y con toda tranquilidad abre un cajón, la echa allí, cierra el cajón y me dice: “bye”. Pensé: espero al menos haberle alegrado el día.
Pero curioso de verdad, fue el trámite de entrar en Bulgaria desde Turkia, concretamente la frontera que aparece en la foto. Hechos los trámites de salida y ya alguno de los de entrada en el nuevo país. Nos paramos ante una barrera como la de los parquímetros. Esperamos pacientemente a que la suban y vemos que por debajo de la autocaravana empieza a salir una fina cortina de agua. Me asomo un poco y veo que el suelo está totalmente mojado alrededor.
Me pregunto: ¿No me estarán lavando la auto? Se sube la barrera, iniciamos la marcha y llegamos a la siguiente cabina. Allí un policía me presenta un recibo de 9 € y me dice: “Tasa de desinfección” No salgo de mi asombro. Pero el caso es que el recibo es en toda regla. Quizás hayan desinfectado a la autocaravana, pero a nosotros no. Mejor. Es posible que también nos desinfecten al salir del país. No fue así.